Potiche


Sainte-Gudule, norte de Francia, 1977. Suzanne es una mujer consagrada a su hogar y su familia, y sometida al acomodado industrial Robert Pujol.
Robert dirige con mano de hierro su fábrica de paraguas y tiene un comportamiento desagradable y déspota tanto con los obreros como con sus hijos y con Suzanne, a la que considera tan sólo una mujer florero.

Después de una huelga y del secuestro de su marido, ella tiene que asumir la dirección de la empresa y, para sorpresa de todos, se revela como una mujer inteligente, capacitada y decidida. Pero cuando Robert vuelve a casa, en plena forma después de una cura de reposo, la situación se complica...

Comedia francesa de ligero enredo que nos intenta mostrar la evolución feminista en una familia integrada por un marido director de una fábrica de paraguas heredada de su suegro que considera a su mujer poco menos que un florero... cuando el marido sufre una indisposición y Suzanne coge las riendas del negocio descubre que no sólo sirve para cultivar el jardín y esperar mirando la ventana que llegue su marido. Sólo cuando su marido vuelve a la actividad las cosas se ponen feas y hay que tomar decisiones, aunque a veces no sean las más lógicas ni las mejores para el negocio.

Entretenida, con una banda sonora a la antigua, que tiene algunos momentos hilarantes aunque no lo mantiene todo el film. Pasable

Dues dones que ballen


Explica la relación casi accidental de dos mujeres de edades distintas, entre la madurez y la vejez. Una relación que evolucionará y acabará de forma, seguramente, inesperada. ¿Pero es sólo eso? las conversaciones entre ellas quizás descubran, sin alardes, hasta con humor, pero también con momentos exasperantes, la  miseria de unas personas que, de manera distinta, han sido humilladas por la indiferencia, de hecho comprensible e inevitable, del mundo que las envuelve.

Una mujer (Anna Lizaran) que no puede estar sola todo el día, según sus hijos, se encuentra con la compañía forzada de una mujer más joven (Alicia Pérez) que la ayudará a realizar las faenas del hogar tres veces por semana. Desde un buen principio se muestra en contra de esa invasión de su espacio vital dejando bien claro que allí no es bienvenida y que hay unas normas que cumplir como no tocar bajo ningún concepto sus cómics del TBO, del que sólo le falta un número para completar la colección. La asistenta también tiene reticencias en seguir trabajando allí cuando no es bienvenida pero aún así continúa yendo.

Las dos tienen sus miedos y sus motivos para odiar al mundo que las rodea, la más vieja está harta de que su hija la trate como un mueble viejo al que hay que apartar y sólo desea hablar con el hijo que la colma de regalos y palabras bien sonantes aunque casi nunca la va a ver. La más joven tiene una historia de maltrato y desapariciones que ha condicionado toda su vida posterior y que la hace estar retraída y pensar sólo en lo que nunca más volverá a poseer... Sin que ellas se den cuenta se forma una tela de apoyo y terapia que las hace sentirse mejor, acompañadas y menos solas en el mundo cruel que las rodea, uniendo así dos corazones rotos... creando algo lo más parecido a una amistad que conocen.

Obra de pequeño formato y escasos decorados, sin descansos pero con breves períodos de separación que nos enseñan la evolución de su relación personal y con el mundo. Las actrices fantásticas, dan un punto perfecto a un texto muy fácil de comprender lejos de los lenguajes rimbombantes de otras obras. Un gran acierto haber ido a disfrutarla.

(la segunda de las obras del fin de semana de teatro que disfrutamos no hace mucho. En breve la tercera de ellas)

El abanico de seda

En una remota provincia de China, las mujeres crearon hace siglos un lenguaje secreto para comunicarse libremente entre si: el nu shu. Aisladas en sus casas y sometidas a la férrea autoridad masculina, el nu shu constituía su única vía de escape. Mediante sus mensajes, escritos o bordados en telas, abanicos y otros objetos, daban testimonio de un mundo tan sofisticado como implacable.

La pequeña Lirio Blanco será hermanada con Flor de nieve, de muy diferente ascendencia social. En una ceremonia ancestral, ambas se convierten en laotong -"mi otro yo" o "alma gemela"-, un vínculo que perdurará toda la vida. Así pues, a lo largo de los años, Lirio Blanco y Flor de Nieve se comunicarán gracias a ese lenguaje secreto, compartiendo sus más íntimos pensamientos y emociones, y consolándose de las penalidades del matrimonio y la maternidad. El nu shu las mantendrá unidas, hasta que un error de interpretación amenazará con truncar su profunda amistad.

Este ha sido el libro escogido por Senderos Íberos para el club de lectura del mes de febrero.

Una verdadera delicia de la sensibilidad mezclada con la descripción de un mundo desconocido para el mundo occidental y para muchos del oriental.

En una época donde las niñas y las mujeres eran meros objetos destinados a la decoración y al trabajo duro en el hogar del marido un lenguaje compuesto por el idioma de los hombres suavizado y moldeado logró romper el silencio de las mujeres y comunicarse entre ellas, sin la intrusión de los hombres que las esclavizaban y destruían.

El proceso se iniciaba con seis o siete años al vendar los pies de una manera dolorosa y traumática para conseguir unos "lotos dorados" perfectos que les aseguraban una buena buena boda si además quedaban embarazadas pronto y daban a luz un varón la posición social dentro de la casa del marido se consolidaba, ello llevaba a muchas niñas a perecer por el vendado o quedar lisiadas de por vida.
Lirio Blanco y Flor de Nieve tenían caracteres comunes, muchos símbolos las unían y se hicieron laotong, almas gemelas siempre unidas hasta la muerte. 

Escrito con una delicadeza exquisita y una notable sensibilidad es uno de los mejores libros que he leído en los últimos tiempos y me hace reencontrarme con la literatura oriental que tan pocas veces me había gustado.

Besos (En el día mundial de la Poesía)


Hay besos que pronuncian por sí solos 
la sentencia de amor condenatoria, 
hay besos que se dan con la mirada 
hay besos que se dan con la memoria. 

Hay besos silenciosos, besos nobles 
hay besos enigmáticos, sinceros 
hay besos que se dan sólo las almas 
hay besos por prohibidos, verdaderos. 

Hay besos que calcinan y que hieren, 
hay besos que arrebatan los sentidos, 
hay besos misteriosos que han dejado 
mil sueños errantes y perdidos. 

Hay besos problemáticos que encierran 
una clave que nadie ha descifrado, 
hay besos que engendran la tragedia 
cuantas rosas en broche han deshojado. 

Hay besos perfumados, besos tibios 
que palpitan en íntimos anhelos, 
hay besos que en los labios dejan huellas 
como un campo de sol entre dos hielos. 

Hay besos que parecen azucenas 
por sublimes, ingenuos y por puros, 
hay besos traicioneros y cobardes, 
hay besos maldecidos y perjuros. 

Judas besa a Jesús y deja impresa 
en su rostro de Dios, la felonía, 
mientras la Magdalena con sus besos 
fortifica piadosa su agonía. 

Desde entonces en los besos palpita 
el amor, la traición y los dolores, 
en las bodas humanas se parecen 
a la brisa que juega con las flores. 

Hay besos que producen desvaríos 
de amorosa pasión ardiente y loca, 
tú los conoces bien son besos míos 
inventados por mí, para tu boca. 

Besos de llama que en rastro impreso 
llevan los surcos de un amor vedado, 
besos de tempestad, salvajes besos 
que solo nuestros labios han probado. 

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible; 
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos 
y en los espasmos de emoción terrible, 
llenaron sé de lágrimas tus ojos. 

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso 
te vi celoso imaginando agravios, 
te suspendí en mis brazos... vibró un beso, 
y qué viste después...? Sangre en mis labios. 

Yo te enseñe a besar: los besos fríos 
son de impasible corazón de roca, 
yo te enseñé a besar con besos míos 
inventados por mí, para tu boca.

Foto: *Siena*
Texto: Gabriela Mistral, Besos

La historia del amor

Leo Gusrky, cerrajero polaco jubilado de Nueva York, cuya obsesión es "no morirme un día en que nadie me haya visto", recibe el manuscrito de un texto que creía perdido, acompañado de una enigmática carta. no muy lejos de allí, la quinceañera Alma Singer padece los dilemas y conflictos de su edad. Hace ocho años que su padre murió y ella ha decidido que es hora de que su madre deje de estar triste, o sea, se dispone a encontrarle un nuevo marido. Cuando en su camino aparece La historia del amor, una novela rara, escrita en yidis, publicada en español y comprada por su padre en una librería de Buenos Aires, los interrogantes se suceden. ¿Por qué su padre se la regaló a su madre poco después de conocerla?¿Quién era su autor?¿Y quién es el misterioso hombre que ha encargado a su madre que traduzca el libro al inglés?

El libro nos cuenta la historia desde tres personajes principales, poco a poco gracias al relato entrecruzado, descubrimos La historia del amor, el libro que vertebra todo la historia. 

El escritor desconocido del manuscrito vive solo, sin amigos ni familia. su principal obsesión es no morir solo, sin que nadie lo haya visto aquel día, hace cosas para llamar la atención, para que la gente se fije en él. Tiene un hijo que desconoce cual es su verdadero padre.

Alma, la chica que lleva el nombre de la protagonista del libro, intenta encontrar motivos para animar a su deprimida madre después de la muerte de su padre hace ocho años. Fue el culpable de que el libro protagonista apareciera en escena, al comprarlo para regalárselo en una librería de Buenos Aires. Y además de animar a su madre lucha por no olvidar todo aquello que su padre amó.

Y por último tenemos al culpable de la publicación del libro, aquel que lo llevó a una imprenta después de la insistencia de su novia de entonces.

En algunos momentos, demasiado rebuscado aunque no decae el interés en ningún instante. No es un libro de misterio pero mantiene el vilo de que ha pasado con el manuscrito y como ocurrió todo, además de contarnos el pasado y el presente de todos los protagonistas.

Quizás un libro distinto, donde las frases cortas, contundentes (con muchos puntos seguidos)  y directas son  el estilo de redacción. Recomendable con alguna reserva.

Pablo Alborán


Nació en Málaga en 1989 y a sus 20 años elabora una música de una solidez, riqueza y calidad inusuales en la escena del pop español. Cuando se escuchan las canciones que está grabando para su álbum de debut (Solamente tú, Desencuentro, Miedo, Vuelve conmigo, Caramelo, Volver a empezar…), inmediatamente planea la idea de que estamos ante un compositor de altura, serio, sensible, inspirado, atípico, sorprendente, original… 

“Hablo de amor y desamor sencillamente, sin ser rebuscado. Me gusta escribir de manera directa para transmitir lo que pienso. Lo bonito es ir enseñando, involucrar a la gente, que haga suyas las canciones, compartir el aprendizaje…” dice Pablo, que en el cara a cara sorprende por la claridad de sus ideas y la seguridad en su vocación musical que le viene de lejos, desde que a los siete años comenzó a estudiar piano clásico y guitarra. “A los 13 o 14 años me di cuenta que quería dedicarme a esto; fue un impulso, una metamorfosis. No me asusté ni me paralicé porque ya cantaba mis primeras canciones. Desencuentro la compuse a los 12 años”.
Si alguien piensa que por haber nacido en Málaga y ser andaluz, Pablo Alborán es una reedición más del pop aflamencado al uso, se equivoca. Los giros de su voz son indiscutiblemente sureños, pero la riqueza de su música, de sus canciones, de sus letras y de sus arreglos escapan al tópico. “No he estudiado flamenco. Me gusta, pero me alejo de él para componer. Quizá mi voz suene más oriental, he intentado aprender de ahí, de esos giros, aunque Miedo tenga un ritmo casi de bulería con toques celtas”.
Pablo compone al piano y a la guitarra y nombra a Ludovico Enaudi, Debussy y Satie como compositores clásicos preferidos. “He estudiado un año de canto lírico, de ópera, y dos de técnica vocal. Aprendí mucho y me apasionó descubrir esa faceta clásica. Quizá por eso también he escrito temas instrumentales. Todos los días me siento a componer, lo cumplo a rajatabla y para el disco tenía seleccionadas 30 o 40 canciones. Me gusta aplicar a mi música cosas raras, experimentar”.
Estrella Morente y Diana Navarro cantan con Pablo Alborán en Desencuentro y Solamente tú y no se limitan a cumplir el expediente. “Las colaboraciones con Estrella y Diana han sido emocionantes. Han sido muy generosas conmigo, dándome un gran cariño y entrega. Me inyectan más fuerza, crees más en el proyecto” asegura Pablo, que no ve el momento de subirse encima del escenario para enseñar sus canciones. “He estado cantando en Málaga sin necesidad de tener un disco, me atrae el escenario y no hago más que pensar en la banda. Me emociono mucho en los conciertos, es donde me siento más cómodo. Las canciones nacen de la soledad y se pueden hacer conciertos grandes y otros más íntimos y personales, con voz, piano y guitarra”.




Recién descubierto en mi colección de música no puedo dejar de escuchar esta canción y todo el cd en general. Forjado en Youtube está cumpliendo el sueño infantil de ser cantante y triunfar con ello, la verdad es que talento no le falta. Espero que os guste tanto como a mi. Para saber más pincha aquí.

Texto y foto:  http://www.pabloalboran.es/#

Les tres germanes (Las tres hermanas) - Txékhov (Chejov)


Desde el interior de la pieza, los personajes se preguntan abiertamente por el sentido de sus vidas y sueñan con el futuro, con los tiempos que vendrán, con la gente que vivirá después. Sueñan con nosotros.

Esta es una de les cosas que me impresionan de la pieza: la mirada tendida a lo lejos en el tiempo, las preguntas que nos dirige directamente a los que vivimos ahora, a los que vivimos después. Los personajes que fantasean en sus espectadores, a través del tiempo.

¿Cómo seremos recordados? ¿Qué habrá tenido valor en nuestras vidas? ¿Qué queda? ¿Qué se pierde? ¿Y por qué lo que deseamos siempre está fuera de nuestro alcance?

Los hombres y mujeres de las piezas de Chéjov viven de deseo y mueren de deseo, porque son esencialmente incapaces de hacer realidad todo lo que desean. Tienen el alma ardiente, pero la vida les desconcierta. Como dijo Nabókov, creen profundamente en la bondad, pero son incapaces de hacer el bien. Andan con los ojos clavados en las estrellas y por eso tropiezan contínuamente; siempre pisan en falso. Chéjov muestra nítidamente este paso en falso, un y otra vez. Y lo hace con ligereza, humor, pena, con una profunda comprensión, con una conmovedora humanidad. Él no juzga a sus personajes, no les admira ni los menosprecia. Les observa y los ama como sólo un médico podría hacerlo. Un médico del alma, que mira con nitidez y escucha más lo que no se dice que lo que se dice.

El dolor que contiene Las tres hermanas es un dolor íntimo, corrosivo, el miedo de haber malogrado la propia vida. Pero la increíble fuerza de la pieza procede del impulso contrario, de la lucha tenaz contra este dolor. Cada uno de sus personajes la sostiene a su manera; cada uno se mide con su grieta vital.

Un gran autor teatral que no es la primera vez que se representa en la ciudad aunque la otra vez fue en el TNC y con un reparto algo más conocido. 

No me disgustó aunque tampoco me entusiasmó quizás por la poca empatía que sentí con la protagonista.

Una obra de mucho dialogo interior hecho exterior, con preguntas sin respuestas o con respuestas no agradables, con algún personaje que a pesar de ser importante al final de la historia te pasas toda la obra pensando en que pinta allí... Un deseo sin satisfacer, volar a un lugar ya conocido que le abra las puertas de una nueva sociedad que les diga que aquello que perdieron un día ha vuelto a sus vidas y poco importará lo que hagan para conseguirlo, aunque con el paso de la obra nos vamos dando cuenta que nunca llegará ese momento deseado de la migración a su nuevo estado y que poco a poco ellos mismos se harán a la idea de que ya nunca nada cambiará.

Me esperaba mucho más...

(La primera de las tres obras de teatro que vimos este fin de semana y que pondré en breve)

El tiempo entre costuras

La joven modista Sira Quiroga abandona Madrid en los meses previos al alzamiento, arrastrada por el amor desbocado hacia un hombre a quien apenas conoce. Juntos se instalan en Tánger, una ciudad mundana, exótica y vibrante donde todo lo impensable puede hacerse realidad. Incluso, la traición y el abandono.

Sola y acuciada por deudas ajenas, Sira se traslada a Tetuán, la capital del Protectorado español en Marruecos. Con argucias inconfesables y ayudada por amistades de reputación dudosa, forja una nueva identidad y logra poner en marcha un selecto atelier en el que atiende a clientas de orígenes remotos y presentes insospechados.

A partir de entonces, con la contienda española recién terminada y la europea a punto de comenzar, el destino de la protagonista queda ligado a un puñado de personajes históricos entre los que destacan Juan Luis Beigbeder -el enigmático y escasamente conocido ministro de Asuntos Exteriores del primer franquismo-, su amante, la excéntrica Rosalinda Fox y el agregado naval Alan Hillgarth, jefe de la inteligencia británica en España durante la segunda guerra mundial. Entre todos ellos la empujarán hacia un arriesgado compromiso en el que las telas, las puntadas, los patrones de su oficio se convertirán en la fachada visible de algo mucho más turbio y peligroso.

Mezclando hechos históricos en la vida inventada de Sira Quiroga, María Dueñas nos va relatando una historia de espías, de amistades bajo sospecha, de dobles juegos, de traiciones, de dolor, de separaciones, de lujo, de amistad clandestina... nos relata la subsistencia en un país extranjero cuando no puedes volver al tuyo propio, las artimañas de unos y otros para obtener aquello que necesitan.

Intrépida mujer la que nos desvela la autora, consciente de que sólo ella podrá sacarla adelante no duda en volver a sus orígenes con tal de sobrevivir. Una vida dura en una época dura que hace cambiar y mejorar a la gente a la vez que puede llegar a sacar lo mejor o lo peor de cada uno.

Una novela muy recomendable que no te dejará despegar los ojos de sus páginas ni un solo instante.

Heridas


Dañamos a quién más amamos...

Foto: Caricola

Criadas y señoras

Jackson, Misisipi, 1962.  Tras acabar sus estudios universitarios, la joven Skeeter regresa a casa, sin la menor ilusión por buscarse un marido como pretende su madre; Skeeter sueña con una vida diferente, dedicada a la literatura.

Al mismo tiempo, Aibeleen, una criada negra que a educado a diecisiete niños blancos, pierde a su único hijo en un desafortunado accidente. Su mejor amiga, Minny, conocida por su rebeldía entre las señoras blancas, encuentra trabajo en casa de una familia recién llegada que aún no conoce su fama.
Cuando Skeeter conoce las historias de Aibeleen y Minny empieza a imaginar un proyecto clandestino y liberador. 

Estas tres mujeres unirán sus esfuerzos para rebelarse contra un orden social injusto y los prejuicios de una pequeña ciudad.

Este es el libro escogido por Senderos Íberos para el club de lectura del mes de Enero.

Es un libro fácil de leer, ameno y con algunos momentos graciosos aunque el tema no tiene nada de gracioso. Es un tema duro de leer, la discriminación de las personas negras durante mucho tiempo en Estados Unidos ha sido un tema muy tratado, desde todos los extremos, como protagonistas, como meras comparsas, rodeando otras historias de mucho más peso... 

En este caso nos encontramos con una visionaria que se rebela contra el futuro marcado por su madre y con la ayuda de dos parias, de dos voces sin voz, de dos personajes que tienen mucho que contar y a las que nunca se les ha escuchado. A su alrededor una serie de personajes orquestados por una mente obcecada en la categoría social, con grandes pensamientos para la raza blanca y que  ningunea y desprecia todo aquello proveniente de la gente negra aún cuando son esas mismas personas quienes cuidan a sus hijos, limpian su casa y hacen su vida mucho más confortable. Y lo peor no es ese personaje sino toda la corte celestial que tiene a su alrededor y que son incapaces de pensar por ellas mismas, necesitando tanto ser aceptadas que harán cualquier cosa con tal de no decepcionar a la cabecilla.

Muy recomendable.

Lo mejor de mi vida eres tú...



[estando juntos mi mundo se llena de luz

lo mejor de mi vida eres tú]

Texto: Lo mejor de mi vida eres tú, Ricky Martin; Música,  Alma, Sexo (2010)
 
Copyright 2013 Dsdmona .